Un día, un señor estaba aburrido en casa y decidió irse de pesca con su hijo y así tener pescado para cenar.
Al llegar, echaron los dos las cañas al aguay esperaron unas cuantas horas hasta que al fin picó un pez.
- ¡Tira, hijo, tira! - dijo el padre.
- ¡Lo tengo! - respondió el niño.
- Tírame al agua o me ahogaré - exclamó la sardina.
- ¡Está hablando! - preguntaron los dos sorprendidos.
Finalmente la metieron en un recipiente pequeño que llevaban y que acababan de llenar de agua y la transportaron hasta su casa para cuidarla y presumir de tener una sardina que habla.
Fdo.:Guille
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