Otro de los maravillosos magos del mundo fue uno que vivió su larga vida en las afueras de Austria llamado Dyan. Tenía poderes tan importantes como asignar a cada persona una estrella que la guiaría en caso de que se perdiese y la reconocía gracias a que les parpadeaba sólo al dueño y a los demás no. Otro de sus poderes era curar las heridas o enfermedades más graves y parar el tiempo.
Fdo.:Guille
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