miércoles, 15 de octubre de 2008

Zinit




Érase una tarde primaveral, una hormiga que se llamaba Zinit y iba el último de la fila, se despistó y... ¡PAM! se pegó contra una china y se quedó tumbada en el suelo.




Cuando se despertó estaba sola, no había nadie, y comenzó a llorar porque era muy pequeña. Tenía miedo, sobre todo al ver aquella manada de gigantes marrones con un cabezón verde de la que caían ojos debido a ventisca que había. Sabía que estaba en un bosque, pero de gigantes cosas.




Comenzó a andar para encontrar cualquier fila de hormigas y unirse a ellas, pero el esfuerzo no le sirvió de nada. Se buscó un refugio y se adentro en él. El pobre Zinit tenía que buscarse la vida por ahí. Fue a buscar comida cuando se encontró con una gran amiga suya, Sinda, que también se había perdido.




-¿Zinit?¿Qué haces aquí?-dijo Sinda sorprendida.




-¿Sinda?¿Qué te pasó?-le devolvió la pregunta Zinit.




Después de la conversación ya sabían dónde encontrar comida, dónde dormir sin peligro, dónde ocultarse en caso de urgencia...etc. Al cabo de varios días trasladándose, vieron que los gigantes se acababan dando lugar a carteles también gigantes, a edificios... pero sobre todo monstruos que se apoyaban sobre dos patas, que iban vestidos con ropas y zapatos y que encima se movían.¨Aaaaaaaah¨ gritó una monstrua al verlas.




¡PUM!¡PUM!¡PUM! Intentaron pisarlas y matarlas. No daban una. Las dos hormigas miraron hacia arriba cuando divisaron un monstruo bueno que empujaba a los demás y que al acabar con ellos las cogía. Se les volvió a meter el miedo en el cuerpo a las hormigas pero se alegraron cuando vieron que el niño entraba en su guarida y las metía en una jaula con otros cientos y allí vivieron felices.




FIN






Guille

3 comentarios:

Profe de Sexto dijo...

Que cuento mas largo y boito mi parte favorita es mientras trascurre la historia.
Nacho

Profe de Sexto dijo...

Gracias por poner ese comentario en mi cuento, Nacho. Me alegro que te haya gustado.


Fdo.:Guille

Profe de Sexto dijo...

A mi también me gustó un montón.Aunque mis servicios de espionaje me informan que eres capaz de hacer unos centos policíacos francamente buenos. ¿es cierto?
Julio